[vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_column_text]Es bien sabido que las cosas, con humor, entran mucho mejor. Y es que, en la rutina de nuestra vida diaria, siempre es de agradecer un momento de risas para abstraernos, aunque sea por un instante, de lo que estemos haciendo. Pero estas dosis de humor no sólo nos proporcionan un ratito de alegría sino que además, pasan a formar parte de nuestra memoria mucho más fácilmente. Piensa en las últimas anécdotas que hayas compartido con los amigos/as o con la familia, y estoy seguro de que la gran mayoría de ellas serán divertidas, ¿cierto? Esto se debe a que nuestra mente se siente muy bien tras una situación divertida y por eso tendemos a recordarla, para poder revivir esos momentos y volver a sacarnos esa sonrisa que tan bien nos sienta.[/vc_column_text][vc_column_text]Las aplicaciones en el mundo del marketing son obvias: una campaña conducida por el humor, aunque peligrosa (ojo con los tabúes), puede ser el mejor arma no sólo para dejar en los espectadores un buen recuerdo de la campaña, sino para crear un vínculo sano y efectivo entre ellos y la marca. Una campaña divertida tiene más impacto en las redes sociales y resulta menos invasiva, ya que el usuario la compartirá de buen grado y su expansión será más natural. Y no sólo eso, sino que se ha demostrado que los consumidores son mucho más proclives a visitar la web de una marca a través de un vídeo divertido frente a otros enfoques. Pero ¿es el humor un elemento fácil de incorporar en una campaña?[/vc_column_text][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_custom_heading text=»¿Es el humor un elemento fácil de incorporar en una campaña?» font_container=»tag:h4|text_align:left|color:%23dd3333″ google_fonts=»font_family:Droid%20Serif%3Aregular%2Citalic%2C700%2C700italic|font_style:400%20regular%3A400%3Anormal»][vc_column_text]Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que no todos los anunciantes pueden utilizar el humor y, en caso de poder  hacerlo, es importante conocer muy bien a los consumidores para conectar con ellos, conseguir que el mensaje cale y evitar caer en la ofensa. Esto, que puede parecer una desventaja, supone una oportunidad de oro para demostrar tu trabajo y hacerle ver al cliente que le conoces bien, lo que generará un extra de afinidad hacia la marca que, por supuesto, siempre es bienvenido.[/vc_column_text][vc_column_text]El tipo de humor a utilizar puede ser clave: lo más habitual suele ser utilizar situaciones cotidianas divertidas y utilizar frases pegadizas al estilo de “Curro se va al Caribe”, pero el combo más devastador resulta de unir un tono cómico a un “jingle”, y es que las canciones de anuncios entran muchas veces en nuestras cabezas para quedarse. Quién no recuerda el spot de Coca Cola de “Está usted despedido”, no ha cantado “Amigo mío, solo tú encuentras leña” con Amstel o el “Del pita pita del”, también con Coca Cola allá por 2004. Pero si hay un movimiento complicado (pero agradecido) es el uso del humor absurdo: si la broma sale bien, puede suponer un éxito tremendo (y si no que se lo digan a los responsables de las campañas de Mixta).[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column width=»1/2″][vc_video link=»https://www.youtube.com/watch?v=7MTExeDO6S8″ el_width=»90″ title=»Spot: «Pensamiento« Mixta»][/vc_column][vc_column width=»1/2″][vc_empty_space][vc_empty_space][vc_empty_space][vc_empty_space][vc_column_text]

En conclusión, el humor es un aliado imprescindible en el mundo del marketing y no debe tomarse a la ligera. Una buena campaña, como un buen chiste, podrá durar por los siglos de los siglos siempre que siga consiguiendo, aunque sea, sacarnos una sonrisa.

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